Lo comprobamos después de nuestra última visita en mayo de 2018.
El detector de presencias, cuya aguja está al máximo
El Palacio del Conde Eguilior, actualmente Parador de Limpias, siempre ha sido un lugar de los más intrigantes que hemos investigado y con el que yo, personalmente, más he disfrutado debido al encanto del fantasma de Margarita. Atrapada por su belleza y dulzura he vuelto a ser atraída para volver a hacerle una visita, y también, sabiendo que mi compañero de investigación Roberto no había tenido el gusto de haber visitado este hermoso palacio, el pasado 12 de mayo decidimos ir a merendar en sus estancias. De esta manera pude contar a Roberto los lugares en los que tuve los incidentes paranormales que narro en «Al final de la Espiral».
En nuestra visita recorrimos varias de las estancias del Parador. Desde que yo entré en el año 2001, siendo un antiguo palacio abandonado, sólo se mantiene en su sitio la escalera principal, ya que hasta la chimenea de la planta baja, aunque se ha conservado, se ha trasladado de su lugar original. Por ello recorrimos la cafetería, el vestíbulo, los salones, e incluso la piscina, donde ha ocurrido el último incidente paranormal del que yo tengo conocimiento.
Durante el tiempo que pasamos en el Parador intenté contactar con Margarita, abriendo canales e invitándola a ponerse en contacto con nosotros, porque de todos los fantasmas que aparecen en el Palacio, Margarita siempre ha sido el fantasma que más veces ha aparecido desde el primer momento, llegando incluso a aparecer en mi propia casa. Ubiqué la grabadora en la escalera, en el mismo sitio que había captado una de las mejores psicofonías, la última que comenté en mi libro «Al final de la espiral«, en que ya siendo Parador, una voz profunda de hombre, dijo “Mátala”. Al mismo tiempo, colocamos el detector de presencias (biomasa) y le pedí a Margarita que si su presencia estaba a nuestro alrededor, subiese la aguja del detector, y así lo hizo, subió al máximo. Así que bajé la frecuencia y seguí pidiendo a Margarita que hiciese que el detector siguiese captándola. Habiendo bajado la frecuencia al mínimo, ella me contestó subiendo al máximo la aguja, tal y cómo pueden ver en la imagen.
Antes de abandonar el Parador, Roberto decidió hacerme una foto en la escalera, y para sorpresa de los dos la foto salió llena de orbes (bolas de energía) lo cual coincidía con lo mostrado en el detector de presencias.
No quisimos abandonar el lugar sin antes preguntar cuál es la habitación que a día de hoy dicen que está encantada, a lo que nos respondieron que la habitación era la 205. Mientras que la que realmente está encantada, es la habitación 101, ya que ahí es donde he hecho las fotografías más tenebrosas desde el primer momento de nuestra investigación. En esa habitación fue donde yo vi a Margarita tumbada en un lecho de muerte, con un hombre moreno a sus pies que me dejó saber que ella era Margarita, y que él se llamaba Gerardo. Posteriormente, es dónde tomamos las fotos donde Margarita salió tumbada en una cama, y en la cabecera de la cama, se puede ver el rostro del conde Eguilior. Íbamos a marcharnos, cuando decidimos hablar con María y Mario, dos de los recepcionistas del Parador, que nos comentaron que los comentarios de los rumores de que la habitación 205 era la que estaba encantada, debido a era la única habitación del Parador que conservaba el baño antiguo, y varios de los muebles.
Finalmente, quiero destacar que hemos grabado unas psicofonías que estamos analizando.
Galería de fotos de nuestra visita: